Mar pequeño

A veces es solo una palabra
que desata tormenta
en tan mar pequeño,
dentro de mi ojos
ningún velero navega en calma.

Con una sola palabra
retrocedo a mi puerto
con cero ganancia
soy una pobre persona
dentro de tan mar pequeño.

A veces es solo un gesto
una mirada
detonante de tan peligrosa tormenta
dentro de mi alma.

Con un solo gesto
vuelvo atrás
para comprender y recordar que
soy nada dentro de tan mar pequeño.

A veces es solo un hecho
causante de tan agudo dolor.
Dentro de mi cuerpo
solo huesos polvorientos.
Olor a incienso enfermizo...peligroso..
Como tan mar pequeño.

Dentro de mis ojos...
solo un pequeño barco de papel,sale a flote
son mis letras dañadas por las olas
por mis propios recortes...

A veces es solo un grito
algo que es parte de su voz.
Dentro de mi cabeza
solo hay rareza.
Con solo escuchar su voz
vuelvo a recordar
que yo también soy parte de sus gritos
que yo ocasiono en momentossus delirios.

Pero dentro de tan mar pequeño
hay también una isla

Dentro de ella mi cadáver.
Con un solo ojo abierto
estoy entre la arena
respirando muerta
aquel incienso como tan mar pequeño.

Diría que estoy en mis pupilas
remando con fuerza
y que tan mar pequeño
es solo uno de mis tantos sueños.

Diría que resucité y veo con ambos ojos
que mis brazos no se cansan
que ahora luzco como un fantasma.
Pero sería aún más falsa que la tormenta
ya solo a mi no me arrastra
si no también mi desconfianza
y el puerto que me resguarda.

Podría cambiar al renacer
pero soy tan cobarde
que huyo hasta de las olas
de sus gritos... de sus penosas miradas.
Por que soy pobre hasta de imaginación
de iniciativa.

Predomina en mí la ilusión de tan mar pequeño.
De tantos recuerdos
de tantos locos pensamientos.
Está dentro de mí el mar penando a los hombres.

Con un solo recuerdo
me siento a contemplar el silencio
son las reliquias de mi infancia
que permanecen en mi retina
obstruyendo el paso
al que podría ser mi salvavidas....

Al recitar mi locura

Te siento como el dolor de la sangre
cuando corre fuerte río abajo.

Te siento como el más crudo invierno
que haya existido.

Te siento lento, lejana y porque no te siento.

Te siento como los muros de callejuelas cerradas
frías, oscuras...ralladas.

Te siento en el daño de mi cuerpo
cuando golpeo coléricamente con la daga.

Te siento como al cerrar los ojos
me doy cuenta que estoy solo.

Te siento como al recitar mi locura
se desvanece tu hermosura en mi mirada.

Te siento en las vivencias de mi memoria
creativas, de las historia.

Te siento entre la multitud macabra
de esas que quitan el aliento del alma.

Te siento tratando de impedirte el sueño
como queriendo brillar todo el tiempo.

Te siento como las espinas de mis rosas
las bellas y peligrosas.

Te siento como el polvo que respiro...
sin tocarlo es mío.


...te siento en los gritos y alteraciones
del tiempo...
y todavía más desconocida que lo desconocido.