sábado, 6 de febrero de 2010

Un privilegio

Como dos viejos que somos encerrados en este amor
En un universo distinto al de todos…
¡Pero como deseo amarte como un joven!
¿Cómo explicarlo?
A veces me siento un bebé entre tus brazos
Pero soy tu eterno amante.
Esa es la fuerza que en mí provocas
¡Eres la única!
La única con quien puedo detener el tiempo
Y sentirme tan niño como entonces.
Tan digno de tus labios
Como siempre me has hecho
Así soy para ti.

Como dos comunes personas esclavizadas felizmente en este amor
Vivimos de una manera diferente al resto.
Mas, ¿cómo viajar a las estrellas para ti?
¿Cómo hacerlo?
¿Cómo darte todo lo que me falta en tan poco tiempo?
Eres mi amor desde el día en que nací
Lo sé, eso me haces sentir.
¡Soy tan feliz!
Tan feliz de no dudar ni un segundo de que tan perfecta eres para mi
Que los sueños se cumplen y más los míos
Porque te tengo a ti.
La única.
¡No lo puedo creer!
A veces es tan fantástica esta dicha que pienso que ya muerto estoy
Y camino en el paraíso que es tu vida.

¡Cómo deseo amarte como un joven!

Me siento insuficiente.
Soy un viejo enamorado y sin remedio,
De la única que con sólo una mirada lo explica todo,
De la única que sabe como envolver de una hermosa suavidad
Todos los momentos ásperos que se nos presentan.
La única que si me hace llorar es de felicidad.
…A veces llega a ser incomprensible lo que tú y yo sentimos
Somos la envidia de corazones apagados y dañados
Lástima que no podamos enseñar como amar de verdad.
Solo espero que al lugar al cual nos dirijamos más tarde
Sea todos los días tempranos para querernos
Y enseñarle a la vida que nunca se termina
Por el sólo hecho de no poder abrir más los ojos.

Como dos viejos que somos, viejos estamos
No lo podemos negar.
Bienvenida a este lugar que se llama eternidad,
Que muy pocos conocen, por cierto.
Eres mi privilegio, mi fuente de la siempre juventud.

martes, 2 de febrero de 2010

Títeres del amor

¡Oh amado mío! si pudiese ser viento lo sería.
Creedme que padezco de una incurable locura,
pero no os lamentéis
Soy feliz de estar entre tus manos.

¡Oh! que dicha la nuestra,
que títeres del amor
El todo existe entre los dos
Mas no seáis estatua ante los recuadros del rencor.

Sería lluvia si me lo permitiesen tus cegados ojos
¿Que la luz de la luna y su arrogancia no permiten sollozos?
Olvidadse de ello y avanzad con las miradas que van en nuestra contra.

Un día os dije tragadme las espinas de mil rosas
Si tu amor llegase a enloquecedme sin perdón
Hoy no puedo, y lamentadme por ello mi amor de las promesas que no alcanzaré a cumplir.

Mas dejadme ser viento en tus sueños
Quiero entregadle todo de mi, hasta lo que no alcanzo a ser
¿Qué puedo hacer?
¿Nieve, mar o fuego? ¿Puedo pensar un día en mí?

Lo siento, yo soy tú.
Hoy no muero en las turbulentas aguas de palabras extrañas
Ya hoy dejadme reposar sobre tu pecho desnudo
Para mañana no recordar quien soy.