De mi para ti

Dejaré de escribir por que me quita tiempo
tiempo que podría usar para dejar de pensar en ti.

Pero dejaré algunas letras para cuando quieras
escucharlas de mi boca, de mi para tí.

Dejaré de mentir,
por que
no hay peor cosa que verte sufrir.
Y seré sincera al decir que pretendo huir
por que será hermosa a quien escojas para ti.

Si mi rostro ya no ocultan
que mis manos no pueden ir a las tuyas
hasta volvernas una.
Que rechacé su cercanía por que
saber que ella existe me quema,
que yo no soy su amiga.

Dejaré de escribir por que me cansa el cerebro
será un tonto pretexto para dejar de hacer lo que más quiero,
ni eso yo entiendo.
Pero como siempre, guardaré algunas letras
para cuando quieras escucharlas de mi boca
de mi para tí.

Y serás un bello recuerdo
para cuando vuelva a sentirme superior ante alguien,
así sabré como enfrentarme,
si alguien quiere lastimarme
y tú ya no estas para ayudarme.

Retrato

Parece el mar clavado en su cuerpo
y con ello los peces perdidos,
como en el desierto.

Pero es lo extraño de la pintura
que a veces no comprendo.
como cuando disimulo
estar insertada normalmente en el mundo,
en planas superficies blancas,
con los ojos cubiertos,
con las manos sepultadas,
co los ojos caídos de tanto desvelo...

E insisto en que es su silueta trabajada
la máxima inspiración de aquel artista.
Completos encierros y nula distracción
Sólo para poseer de el un leve extracto.

Interpretarlo, sentir su pasión
para detener miradas.
Solo observarte
...apreciar como te conviertes en mar.

1300 lágrimas

En un río casi un día caigo
mucho en contra me jugó el equilibrio.
Mas, reaccionaron mis huesos de pronto
Mío el asombro y de ella el sobresalto.

Rápido las aguas en su avance
perderme hubiese logrado
darme muerte en el torrente
de esas mil trescientas lágrimas.

Enormes sus formas
lucían pero como un fantasma
lucían en torno al desafiante
de gorra el hombre, fascinante.

A su magnficencia atribúyase su fuerza
de esa que enloquezca...a su mirada embeleza.
Parecía un hombre embobado la mujer a mi lado
Gritaba eufórica una melodía sinfónica.

Flaqueaban las piernas pegadas al cuerpo
casi vertidas en el reguero de esas mil trescientas lágrimas
En un isntante mas, contraigo de pronto
enfermedad de marear el estómago sujeto al tronco.
De ese árbol cayendo en el arroyo

Ríase entonces la mujer de su profusión.

Propia salida

Desde mi propia salida
el miedo esparcia
cólera, lluvia, exilio.

Desconocía sus virtudes
para debilitarme,
manos, ojos no utilizaste.

Mas, el peligro
no consiguió en mí
la muerte.

Se encerró en su dolor,
demente.

Y yo, la dicha hiriente
sola me conduje a la muerte.

Oda a ti

Oda a la canción que de ti me enamoró
oda a tus zapatos
a tus andrajos.

Oda al monumento que a ti me recordó
oda a tu voz
a tus atrasos.

Oda al camino en que Dios nos cruzó
oda a tus victorias
a tus fracasos.

Oda a tus cabellos y a tus manos de algodón
Oda a tus arranques
a tus manjares.

Oda a tus ojos tiernos dulce miel
y a la venda que los cubre.

Oda a tu llanto y canto que me deslumbró
oda a tus palabras
ingenuidad y pureza.

Oda a los puentes de cristal en tu mente
oda a tus simples respuestas.
a la felicidad de la hoy primavera.

Oda a tus aburridos juegos de mesa
oda a tus sonrisa siemrpre dispuesta
a tu suavidad siempre a la espera.

Oda a tu cabello
a tu espalda
a tus brazos y piernas.
Oda a toda tu belleza.

Oda a tu inteligencia y calma
oda a tus consejos
a tu sabiduría.
Oda a tu enorme corazón.

Oda a tu nacimiento
a tu muerte y resurrección.
Oda a todo lo que a ti me enamoró.

Mujer

Te cuido y te contemplo desde mi templo
no importando que tan enfermo
que tan sin poder e inconciente me encuentre.

Mujer,
eres la perfecta pintura, lo que mis manos quisieran dibujar.
Respiro tu arte como tu tan suave perfume.
Y te sigo en el camino
no importando que tan cansado
que tan sin fuerzas ni sin sentido me encuentre.
¡Oh! bello retrato.

Ni lo vegetal de mi cuerpo me detendría para apreciar
que tan maravilla alcanza mi vista.
Cada minuciosos rasgo, todo tan exacto.

Si fuera lo que tus ojos permanentemente ven
entonces sería una estatua para ti.
Algo muerto si quieres.

Mujer,
Te cuido y permanezco siempre en alerta.
No importando que tal agonía esté padeciendo,
que tan acabo esté mi cuerpo
ni que tan imposible sea seguir viviendo.
Por ti estaría eternamente.

Y te sigo en cada paso, siempre aguardando,
no importando que tan largo se convierta el día,
ni que tan lento sea tu andar
sería infinitamente paciente.

Sería los colores de tu vida, de tu retrato,
la fina tela donde posas día y noche; noche y día.

¡Que perfecta musa eres mujer!