Mujer

Te cuido y te contemplo desde mi templo
no importando que tan enfermo
que tan sin poder e inconciente me encuentre.

Mujer,
eres la perfecta pintura, lo que mis manos quisieran dibujar.
Respiro tu arte como tu tan suave perfume.
Y te sigo en el camino
no importando que tan cansado
que tan sin fuerzas ni sin sentido me encuentre.
¡Oh! bello retrato.

Ni lo vegetal de mi cuerpo me detendría para apreciar
que tan maravilla alcanza mi vista.
Cada minuciosos rasgo, todo tan exacto.

Si fuera lo que tus ojos permanentemente ven
entonces sería una estatua para ti.
Algo muerto si quieres.

Mujer,
Te cuido y permanezco siempre en alerta.
No importando que tal agonía esté padeciendo,
que tan acabo esté mi cuerpo
ni que tan imposible sea seguir viviendo.
Por ti estaría eternamente.

Y te sigo en cada paso, siempre aguardando,
no importando que tan largo se convierta el día,
ni que tan lento sea tu andar
sería infinitamente paciente.

Sería los colores de tu vida, de tu retrato,
la fina tela donde posas día y noche; noche y día.

¡Que perfecta musa eres mujer!